Este piso de 90 m2 llevaba varios alquilado y la propietaria quería darle un cambio total para entrar a vivir ella.

La distribución del piso era recibidor, cocina, pasillo salón amplio, tres dormitorios y dos baños. Lo más destacable de la vivienda es la cantidad de luz que entra por sus amplios ventanales.

En este caso una de las partidas más importantes del presupuesto era la sustitución de las antiguas ventanas de madera por unas nuevas de PVC, en acabado madera por el exterior y blancas al interior para integrarlas mejor en la decoración de los diferentes espacios. Un punto importante a la hora de cambiar las ventanas es la elección de un buen vidrio para asegurar el confort acústico y térmico de la vivienda.

La vivienda se vació por completo y se procedió a la demolición de los revestimientos de baños y cocina, así como la apertura de rozas necesarias para el cambio de instalaciones tanto de fontanería y saneamiento como de electricidad. Al mismo tiempo, se aprovechó para ampliar la dimensión del paso de las puertas, así como para cambiar la puerta abatible del baño principal por una corredera para aprovechar mejor este espacio. Las puertas de madera se sustituyeron por unas nuevas lacadas en blanco.

Para los baños se eligieron cerámicas actuales y desenfadadas combinando diferentes tonos de blancos, grises y negros.  En la cocina se opto por pintar todos los paramentos no ocupados por muebles.

Se retiró la gota de las paredes y se lució y pinto toda la vivienda en tonos claros.
Para el suelo se eligió un parquet flotante laminado en tono madera, colocado encima del antiguo parquet. Al ser las puertas en tono blanco el rodapié se coloco a juego con ellas.

Como la vivienda tenía altura suficiente se bajaron todos los techos con placas de cartón yeso para facilitar el paso de instalaciones y poder jugar con la iluminación que en su mayoría se opto por focos empotrados exceptuando la lampara colgante de la mesa de comedor y alguna lámpara auxiliar.

En esta vivienda hay que destacar el cierre hecho a medida en hierro y cristal para la separación de salón y recibidor. El mobiliario de cocina en tonos blanco y madera combina muy bien con la encimera de granito negro elegida.

Tras la reforma integral quedo una vivienda actual, joven y acogedora.

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